Feliz No-Navidad

La vida se renueva constantemente. La Navidad es un punto de inflexión en el ciclo anual. Celebramos el nacimiento del dios de los cristianos, el de un nuevo año y el renacer infinito de la luz.

La Navidad forma parte de la liturgia cristiana desde el siglo IV, años después de que se fechara el nacimiento de Jesús de Nazaret un 25 de diciembre. Coincide con numerosas fiestas sagradas y paganas celebradas desde tiempo inmemorial alrededor del solsticio de invierno, momento en que el sol, en el hemisferio norte, comienza a recuperar su fuerza, a renacer. Vuelve cada año con la Naturaleza, cuyos ciclos determinan el devenir de la vida.

Debe ser por esto que para todos es importante, incluso para los que la detestan. Hay algo en estas fechas que invoca una nueva luz y habla de renovación y de encuentro; algo auténtico, más allá del cansancio que producen la francachela y el consumismo, de la indiferencia de algunos encuentros familiares. Ni el más huraño de nosotros puede evitar, el último día del año, una mirada retrospectiva o un pensamiento espontáneo hacia el nuevo período que se abre, aún en blanco. Lo único que en realidad poseemos es tiempo.

Estamos naturalmente vinculados a la energía del solsticio, a veces también somos tocados por el ánimo de la Navidad. Como el viejo y avaro Scrooge del Cuento de Navidad, que despierta transformado del sueño en que ha sido visitado por los espíritus de la Navidad –¡y lo más venturoso de todo era que el tiempo que tenía por delante era suyo!- y se dice a sí mismo: Viviré en el pasado, en el presente y en el futuro. Todo es ciclo y renovación, todo es devenir.

Queridos lectores del Vapor del Tiempo Presente, armadores, tripulantes, pasaje, vigías, polizones, mirones de la costa, náufragos: Feliz Solsticio de Invierno.

A los que creéis en el espíritu de estos días: Feliz Navidad. A los que huis de ella o ponéis gesto de desgana os deseo una Feliz No-Navidad.

Mis mejores deseos para el nuevo año 2019.

Imagen de portada: Burberry Christmas Campaign 2018.
Imagen interior: Silvia Levenson.


3 respuestas a “Feliz No-Navidad

  1. En términos absolutos nuestra vida no es más que una unidad de tiempo, un número exacto de latidos. Eso somos: tiempo.
    Si es poco, mucho, suficiente o no, son valoraciones relativas.
    Mientras estamos vivos, sólo poseemos tiempo.

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