Entrevista a Pilar de Yzaguirre. Vivir y dejar rastro

Inauguramos esta sección dedicada al encuentro con personas relevantes del universo cultural de nuestro país. No es casual que para esta primera entrevista hayamos invitado a una mujer. Pilar de Yzaguirre del Pozo pertenece a ese puñado de pioneras que propiciaron las transformaciones necesarias para la inclusión de la mujer en el actual paradigma social español. En apenas unos años, Pilar pasó de ser esposa de un notable ingeniero de caminos, madre de cinco hijos y ama de casa, al feminismo militante en los años 70 y al desempeño de cargos relevantes en política y en el mundo de las artes escénicas. Esto último la llevó a aceptar el arduo trabajo de crear y dirigir- junto con José Luis Ocejo-, el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid (1983-89), en tiempos de la Presidencia de Joaquín Leguina, lo cual supuso un antes y un después en la vida cultural de la capital.

En 1990 Pilar fundó su propia empresa, Ysarca Art Promotions  http://www.ysarca.com/, junto a su hijo Fernando, que abandonaría el proyecto dos años más tarde. Hoy, Ysarca es una empresa gestionada por mujeres. Trabajadora incansable, a sus 83 años, Pilar viaja e investiga, selecciona personalmente compañías y espectáculos. Su compromiso con la sociedad le lleva a asumir riesgos lejos de lo convencional, en una búsqueda de la excelencia que, a través de la música, la danza o el teatro, contribuye a elevar la sensibilidad y el compromiso ético de los ciudadanos.    

Pilar recoge el premio José Estruch a la Mejor Producción del año por Incendios en el Teatro Principal de Alicante (2017)

Conversamos con Pilar en su casa, mientras disfrutamos de un estupendo almuerzo elaborado por ella, que es una apasionada de la cocina.

Tus primeros proyectos profesionales estuvieron vinculados con la defensa de la mujer

Sí, ¡por supuesto!, creé una asociación y, más tarde, el entonces Ministro de Cultura, Pío Cabanillas, me nombró Subdirectora General de la Condición Femenina del Ministerio de Cultura. García-Margallo era Director General, mi jefe. En pocos meses me di cuenta de que en realidad querían utilizarme políticamente, que no me iban a permitir desarrollar lo que me interesaba, y dimití. La política y la Administración no eran para mí.

Gracias al trabajo que hicisteis algunas mujeres de tu generación, nosotras hoy estamos donde estamos

Las mujeres no teníamos derecho a nada. Cuando era joven no podía abrir una cuenta corriente, o sacar dinero sin permiso, no podía comprarme nada sin el consentimiento de mi padre y, más tarde, de mi marido. No estaban permitidos los anticonceptivos. Yo estaba constantemente embarazada y me parecía que aquello necesitaba una solución.

Viví una gran transformación personal…no a través del estudio, no soy una persona de estudios sino de observar lo que ocurre, de sentir lo que pasa. Soy más de sentir que de saber, lo que sucede es que cuando sientes, sabes.

Desde muy joven he sentido la necesidad de que mis inquietudes trascendieran, que fueran compartidas por mucha gente. ¡Yo traje a Betty Friedam en 1975 con ayuda de la Fundación Juan March!. Ella había escrito un bestseller, La mística de la feminidad (1963). El salón de actos de la Fundación Juan March estaba repleto y alguien de la organización ordenó que se cerraran las puertas. Betty dijo entonces: “si cerráis las puertas yo me voy”… ¡qué maravilla!.

Al mirar ahora, con la perspectiva de los años, ¿qué impresión tienes sobre lo que queda por hacer?

¡Está todo por hacer!. La mujer sigue siendo invisible. Desde el principio de mi actividad me impliqué a fondo, pero pasa mucho tiempo hasta que se aprecia la transformación. He viajado por todo el mundo y creo que en España la mujer sigue careciendo de formación y de ganas de cambiar las cosas.

El papel de los hombres…los hombres ayudan pero no dejan rastro. Es necesario dejar rastro, como el caracol. Yo he pasado tiempos duros, he sufrido porque a menudo me he topado con un muro. Con frecuencia he tenido la convicción de que si luchaba con un hombre al lado todo iría mejor. En nuestra sociedad el hombre tiene un respeto adquirido, la mujer empieza a tenerlo. La mujer es incómoda, yo misma he molestado al plantear cosas que debían cambiar. Sólo así podremos conseguir algo. Hay que concienciar e impulsar para que la mujer sea consciente de ello, su seguridad en sí misma es fundamental. El hombre ha asumido su papel de motor económico familiar y se forma para ello; la mujer, en cambio, piensa que si se casa bien puede vivir bien. Esto no son más que frenos.

Estoy llena de cosas por hacer, de cosas que conseguir. A menudo me dicen “quédate en tu casa, con la edad que tienes”. Sin embargo, quiero seguir haciendo cosas.

¿Qué ves, aparte de la implicación, que sea distintivo de la mujer?, ¿por qué te gustan tanto?

Me gustan las mujeres, me interesa trabajar con ellas. Creo que la mujer es mejor desde un punto de vista humano. El hombre se entrega a sus pasiones, el juego, el sexo,  el poder; la mujer cuida a su familia, aunque esté trabajando fuera no deja de pensar en ella, está pendiente de todo. Veo más generosidad en la mujer, el hombre esta educado para salir adelante él mismo.

Te has metido en proyectos de producción muy complejos y has traído a España compañías y espectáculos que nadie conocía,vanguardistas y rompedores, ¿por qué crees que los teatros te han comprado esos espectáculos?, ¿qué credibilidad ofreces tú?

Cuando tengo una reunión con un programador de teatro o festival, no hablo de costes ni condiciones técnicas, hablo desde la emoción, de lo que los espectadores van a vivir y sentir, lo que va a trascender. Cuando conocí a Robert Lepage descubrí una nueva forma de hacer teatro, pensé “este es el teatro que yo ansío”; lo mismo cuando vi por primera vez a Wajdi Mouawad, fue una experiencia increíble. Con ellos entendí  la profundidad a la que se puede llegar, el poder de remover y concienciar. Le dije a Wajdi “hasta que muera, colaboraré contigo y me empeñaré en que tus obras lleguen a todos”, me parece que su mensaje es necesario para la sociedad.

Aunque en España hay personas abiertas que desean programar buen teatro, las producciones no siempre se ajustan a su presupuesto. Esto me sucedió con Incendios. Al final, las críticas y los aplausos del público compensan todos los esfuerzos. Creo que soy una mala empresaria pero una buena promotora de grandes espectáculos.

Robert Lepage al piano en casa de Pilar, junto a su hijo Fernando y Elisa, Gerente de Ysarca

¿Qué crees que pesa más en ti, la intuición o la experiencia?

Cuando era directora del Festival de Otoño trabajé con Maurice Béjart, entre otros. Él había producido un ballet donde se trataba la guerra civil española. Era el año 1987, la muerte de Franco estaba reciente. Vi aquél espectáculo muchas veces; dudé, pero finalmente decidí programarlo. Necesito ver los espectáculos varias veces, no decido a la primera; reflexiono, me cuestiono cosas. Fue un gran éxito. Hay que arriesgar cuando estás convencido del valor de algo. La respuesta a tu pregunta es que en mí tiene más fuerza la intuición reflexionada que la experiencia. Muchos saben, yo siento.

Una de las cosas que más valoro es la aportación. En ocasiones asisto a obras de teatro con grandes actores o un buen director, pero no aportan. Es difícil aportar.

Pilar junto a Maurice Bèjart en los años 80

¿De entre las artes escénicas hay alguna que para ti tenga más valor?

Yo empecé con la música, estudie piano y solfeo, mi madre tocaba el piano y cantaba. Mi marido era muy aficionado al teatro, con él empecé a valorarlo. Durante un tiempo trabajé con la música y la danza. Ahora estoy de nuevo en el teatro, es lo que más me interesa. En el teatro veo la vida misma como en un espejo. El espectador ve la vida reflejada en el otro lado y aprende.

Pilar con Peter Brook, años 80

¿Cuáles son las principales aportaciones de las artes escénicas españolas al mundo?, ¿qué ha calado fuera de nuestras fronteras?

Por supuesto Nacho Duato, José Luis Gómez, Nuria Espert. Y el flamenco, que se ha transformado tanto en los últimos años. No mucho más.

Nuestros teatros están mal dotados, son pequeños, muchas producciones no caben, necesitan más medios, no hay ayuda al teatro o no es suficiente. No hay dinero para hacer grandes cosas.

80 cumpleaños de Pilar: María Corral, Nuria Espert, su hija Mónica y su nieta Sofía, entre otros

Esos recursos necesarios que no están destinados, ¿de donde deberían venir?

Aquí la cultura es un lujo, en Alemania o Inglaterra es una necesidad, esa es la gran diferencia. La educación es la clave. Lo que facilita es la apertura, en todos los sentidos, no cerrar, no obstruir. Abrir, estar abiertos.

Pilar y Nacho Duato

En el despacho de Pilar todo es grande, el espacio, la mesa, las ventanas que dejan ver su precioso jardín. Sus paredes están repletas de recuerdos: fotografías con míticos coreógrafos y directores de escena como Maurice Béjart, Nacho Duato, Peter Brook, con su familia, escenas de sus producciones, carteles de funciones o una Tauromaquia de Goya. Y, por supuesto, su ordenador, instrumento fundamental que le conecta con el mundo.

El tiempo se nos ha pasado volando. Pilar ha compartido con generosidad sus recuerdos, opiniones, inquietudes. Ha sido emocionante. Para aquellos que deseen profundizar en la exitosa trayectoria de Ysarca, recomendamos el vídeo que recoge los 25 años de la empresa:
http://www.ysarca.com/video.html

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Muchas gracias, Pilar.

Maria Luisa Martínez

Ana Peral