Ayer fue – para católicos y los que giramos en sus parábolas- viernes santo. Hoy, sábado parece también santo. Cualquier fecha o excusa es buena para que los recuerdos de otros santos se acumulen en grumos o formas estelares o celulares en algún sábado santo del pasado.
En mi caso hoy sábado, tengo pendiente en este blog una entrada sobre la cosa de los big data. Pero eso será mañana domingo, que la verdad creo se llama de resurrección, mira, igual… por el momento subo unas fotos de «ahora mismo», literal, que muchos me entenderéis porque (fue casual), apareció el sol como si ya no fuera invierno. Y acompaño de un corto poema de Ángel Gonzalez sobre estos días:
Dijo:
Comed, este es mi cuerpo.
Bebed, esta es mi sangre.
Y se llenó su entorno por millares
de hienas,
de vampiros.