¿Esto es arte, o lo tiro?

En estos días, entre finales de febrero y principios de marzo, se concentran las tres ferias de arte contemporáneo más importantes de nuestra ciudad: ARCO, JustMadrid y ArtMadrid. No suelo dejar de visitarlas. Es una actividad donde mezclo, como tantas veces, lo personal con lo profesional, la pasión por el arte contemporáneo con el descubrimiento de nuevos artistas que incorporan el vidrio en sus obras. A estos últimos, les hago una valoración más crítica, a veces los conozco personalmente, y en ocasiones, les invito a futuras exposiciones en el museo que dirijo.

María Moreno Tirado, JustMadrid

Este año, Alicia Framis ha sido mi gran descubrimiento. Artista española que vive en Amsterdam, tiene obra en dos galerías distintas de ARCO. En la mallorquina Horrach Moya, presenta el vídeo rodado como testigo de una performance: The walking celling_2019, del que he tomado un par de imágenes. Trasformando la expresión Breaking the glass celling -rompiendo el techo de cristal- que se usa para referirnos a la limitación, invisible pero presente, del ascenso de la mujer en sus carreras profesionales, Framis ha escogido ocho mujeres trabajadoras para portar juntas en sus cabezas, una enorme lámina de vidrio plano.

La otra pieza de Alicia, ésta en la Galería de Juana de Aizpuru. Es una instalación de suelo formada por 570 estropajos de aluminio de cocina, plástico y tela. Vestido para protegerse de lo absurdo_2017, denuncia la violencia domestica en Cuba, donde no hay legislación que proteja a la mujer del maltrato. Mientras estaba observando la obra, un enjambre de guardias de seguridad, cámaras y periodistas irrumpieron en el espacio de la Galería…el Presidente Pedro Sánchez llegaba de visita.

El veterano del Arte Povera, ya octogenario, Michelangelo Pistolleto, viene a ARCO representado por la Galeria Giorgio Persano de Turin. En dos de sus grandes Mirror Paintings, insiste en reflejar una «fisicalidad metafísica, no real, virtual», donde todo está en continuo cambio al reflejar el entorno donde se instala. El espectador también se incorpora al espacio de representación de la obra, casi sin poder evitarlo, formando parte de ella. Es confuso saber cual es exactamente la obra si no se ha visto nunca una de esta serie de Pistoletto: una lamina de acero inoxidable pulido de 250x150cm cada una, casi un espejo, sirve de lienzo para superponer las serigrafías que representan a dos individuos consultando su móvil. La imagen que he puesto abajo a la izquierda se titula Smartphone. Uomo appoggiato_2018, la obra de la derecha es Smartphone- giovane donna 6 movimenti A_2018. Detrás, reflejada, la sala, el publico, yo.

Delante del site specific de Marcelo Cidade en la lisboeta galería Bruno Murias, me viene el impulso -espero que se me disculpe- de utilizar un tuit que me acababa de pasar alguien especial sabiendo que me gustaría.

Memoria del vidrio del artista Juan Garaizabal es una obra interactiva patrocinada por Ecovidrio que invita al espectador a encaramarse a su enorme estructura con forma de reloj de arena, para derramar vidrio en un deposito y ver como cae en cascada, como metáfora de las infinitas vidas del vidrio reciclado. Un artefacto con conciencia ecológica, no tanto estética.

El reciclado de materiales y la reutilización de objetos en obras de arte es posiblemente lo más llamativo, por frecuente, de este ARCO. Mi favorita es Stree Dragon _2018 del artista afroamericano Willie Cole. Apropiándose de objetos fabricados, en este caso zapatos de tacón, construye nuevas y poderosas imágenes urbanas.

Otras ferias de menor formato en Madrid estos días son Hybrid Art Fair en la Plaza de Santa Barbara y Drawing Room, justo enfrente. Ambas muy recomendables también. Es fantástico tener una oferta tan apabullante pero he de confesar que visitar cinco ferias en tres días ha sido demasiado incluso para mi.